Recuerdos de la comodidad

Ahora que voy montado en un autobus de estandar occidental, iba mirando por la ventanilla el paisaje plano, y la monotonia de la carretera que hacia ya un tiempo no recordaba. De lo que me estaba dando cuenta es de lo rápido que nos volvemos a adaptar a la comodidad. Aun recuerdo con plena claridad, el sentimiento de fascinación y regocijo, por estar montado en un auntobus con aire acondicionado, y que condujese por una carretera de dos carriles, llana, y con pocas curvas. Estaba en Tailandia y venia de estar dos meses en los que la normalidad eran los trayectos de 6 horas en adelante en autobuses en los que uno casi no cabia en el asiento, amen de compartirlo en ocasiones hasta con un rebanyo de cabras.
Dicen que el ser humano es uno de los animales con mayor capacidad de adaptación al entorno, y que es una de sus claves para la supervivencia. Y ahora me doy cuenta de que es bien cierto! Uno tarda poco en acostumbrarse a ducharse con un cubo ,con agua fría, a tener que hacer sus necesidades en un agujero por el que salen cucarachas, y dormir en habitaciones en las que se puede amanecer con parasitos pegados a la piel. En la India, recuerdo dos momentos en los que me di cuenta de hasta que punto nos hace falta carecer de las cosas para echarlas de menos. Una de ellas fue en Rishikesh, donde toque el cielo al ver que la habitación tenia un retrete normal… os juro que no hubo mediación, “ Si! Me quedo aquí esta noche! “…. La otra fue en Uttarkashi, cuando una noche me mire al espejo y me eche a reir yo solo, de la cara de puro placer que tenia, por estar echándome agua con un cubo…. Pero no era cualquier agua… era agua caliente!!
Sin embargo a dia de hoy, no siento ningún placer por estar viajando en un autobús sin cabras, con película , y cuarto de banyo. Incluso cuando he entrado he pensado “huy, los asientos son un poco estrechos “ y luego he pensado “ No jodas tio! “ jajaja, uno se hace rápido a la divertida vida de la escasez, pero también se hace rápido a la exigente vida de la comodidad!